miércoles, 30 de enero de 2013

El huevo duro perfecto (y fácil de pelar)

Imagen: shine.yahoo.com
Parece una tontería, pero no, no es tan fácil, y después de varias pruebas he conseguido, por fin, dar con la fórmula perfecta, al menos a mí me ha funcionado, un huevo duro con la yema amarilla y que se pela sin problemas.

Ingredientes: Huevos, agua, bicarbonato, sal.

Instrucciones:

Ponemos los huevos en una olla con agua fría  y una cucharada sopera de bicarbonato (si los metemos en agua hirviendo corremos el riesgo de que se rompa la cáscara), la ponemos al fuego, cuando llegue al punto de ebullición esperamos UN MINUTO y apagamos, dejamos la olla tapada doce minutos, después quitamos el agua, usando un colador, volvemos a poner agua fría en la olla, una cucharada de sal y metemos los huevos otro minuto. La sal en el agua es para evitar que el huevo se rehidrate, me explico, si no ponemos sal, el huevo, por dentro, se hidrata y se expande un pelín, con la sal esto no ocurre y el interior no queda pegado a la cáscara, lo cual facilita las cosas a la hora de pelarlos.

¿Por qué sólo un minuto hirviendo? Porque así evitamos la reacción química que hace que la yema se vuelva verdosa y con ese olor a huevo podrido, es debido a que "el sulfuro de hidrogeno reacciona con la superficie de la yema, y esta contiene hierro, logrando un nuevo compuesto conocido como sulfuro de hierro, y ese resultado nos da el color verde" (cito textualmente de esta web que lo explica de maravilla). De esta manera paramos el proceso y la yema queda amarilla y sin olores raros.

Espero que le sirva a alguien porque en Nochevieja quise preparar huevos rellenos, y cuando empecé a pelarlos se me rompía todo y era imposible, así que desistí y me propuse encontrar la forma ideal de hacerlo. :)