En verano apetece mucho tomar sopas frías, son fáciles de preparar y siempre quedas bien poniendo en el menú una como entrante.
©María Domínguez |
Los básicos que siempre tengo en casa para preparar este tipo de sopas son:
Cebollas, patatas (van bien para espesar un poco), caldo vegetal (casero o en pastillas), nata de cocinar (o queso tipo quark, yogur natural, eso ya cada uno) menta o perejil (para decorar y darle un toque de sabor, yo tengo de los dos) y mantequilla o aceite de oliva para freir (casi siempre suelo usar mantequilla pero en alguna ocasión tiro del aceite).
Y el aparato imprescindible, una buena batidora, yo uso una tipo americana, con las palas metálicas abajo, se puede usar una tipo "minipimer" también, aunque cuesta un poco más pero sirve.
Ésas son las cosas que incluyo en las recetas el 99% de las ocasiones, de ese modo, lo único que tengo que añadir es el variante, vamos, lo que va después de "crema de..." (como diría mi querido Ricky López), mi favorita es la de calabacín, pero también preparo de zanahoria, puerros (vichyssoise), calabaza, berros... Etc.
Dejo aquí la receta de la que hice ayer, "vichyssoise" o crema de puerros como diríamos por estos lares pero queda muy fino todo ello, el resto de las cremas se preparan del mismo modo pero cambiando el "ingrediente estrella".
©María Domínguez |
Ingredientes
6 puerros
2 patatas
1/2 cebolla
mantequilla
sal y pimienta
nata líquida (de cocinar)
1 vaso de vino blanco (opcional)
2l - 2.5l de caldo vegetal o agua y tres pastillas
Preparación
En una olla grande ponemos dos o tres cucharadas soperas de mantequilla, a fuego lento, cuando se haya derretido añadimos los puerros, la patata y la cebolla, todo ello troceado y lo removemos bien para que se impregne con la mantequilla, hay que vigilar que no se tueste nada, sin dejar de remover, todo bien pochado, entonces añadimos el vino, sal, pimienta y subimos un poco, a fuego medio para acelerar la evaporación sin que llegue a desaparecer, a los dos minutos más o menos echamos el caldo (o agua con las pastillas), lo volvemos a dejar a fuego lento, unos 25-30 minutos.
Pasado ese tiempo, retiramos la olla del fuego y dejamos que se temple (más que nada para que sea más fácil pasarla por la batidora, se me rompió una jarra de cristal por echar el caldo nada más apagar el fuego, que burra), lo ponemos todo en la batidora hasta que quede bien fino, si no cabe pues se hace en dos tandas. Para guardarlo lo paso a botellas de plástico (de las de agua mineral de 1.5l) y a la nevera para tomarlo bien frío. Antes de servir le pongo un chorrito de nata por encima y un poco de menta picada, eso cada cual a su gusto. Bon profit!
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